Entrada vigésimo segunda bis




El mismo santo de la que no lleva bis, huelga decir.

Manos a la cabeza, rasgado de vestiduras, cuando he entrao esta noche a la farmacia a por un Dalsy y hallo en lo arto el mostrador de los boticarios lo siguiente:

Una petición para el endurecimiento de las penas carcelarias. Firmada por 8 ó 9 personas de letra poco firme y, en su mayoría, de escribir poco a menudo.

Le pregunto a la joven boticaria que me atiende que quién había dejao eso allí y que por dónde se extendía, y responde que la Asociación de Vecinos, y que suponía que estaría por todos los locales.

Realmente horroroso, lo fácil que se manipula a la masa. Por el puto caso morboso de la zagala sevillana, repetido a bombo y platillo. No tienen más que ponerlo a todas horas en la televisión para que todos los paletos influenciables pongan el grito en el cielo.

Lo peor no es el caso en sí, quizá la ley esté un poco floja. Pero lo aterrador es comprobar hasta dónde se puede llegar encarruchando la borreguil opinión pública por la verea que más convenga a quien pueda decidir qué poner en los medios, esto es, el pastor que lleva la gayá. Es un esquema tan clásico como el de: meter miedo a la gente --> la gente se asusta --> la gente apoya lo que le propongas con tal de sentirse segura, aunque sea a costa de sacrificar sus propios derechos..

EJEMPLOS: aparte de lo que cada dos por tres vemos en los Estados Unidos, citaré, por irme a lo friki y cinematográfico, la magnífica escena de Lord Palpatine declarando, por la seguridad de la República, que se queda con toicos los poderes, entre aclamaciones de los senadores.


Quedarsus con Dios.

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Planas qu'angunos fiajes me s'apetece 'esfisar