Entrada vigésimo primera (San José Oriol)

La vuelta a la actividad y reorganización visual de este espacio evidencia que últimamente dispongo de un exceso de tiempo libre o un estado anímico regulero que me aboca a gastar un breve rato deleitando mis oídos con el sonido de mi rudimentario y antiguo teclado zurriendo al ritmo en que los símbolos para la escritura s'encarruchan, por encomedio é mis manos, dinde mi celebro dista l'ascrebío qu'abora compungo. Ya se antipaba últimamente que mi presión seseril terminaría deviniendo en este esparrame desordenao de chascarrillos y regüeldos que no interesan ni a Dios ni casi a mí mismo, esfisando, sintiendo, como aquel qu'ice, mis participaciones en otros blogs y foros, misivas por e-mail y, en fin, crecimiento de la ascrebencia en general.

Sobrepaso la barrera psicológica que el número veinte supone en esta jornada pachorránide, en la cual, habiendo terminado de leerme por segunda vez la maravillosa Conjura de los Necios*, no atreviéndome a moverme en exceso por los dolores post-depilatorios (acudí a las jipiosas-góticas arrancadistas capilares anteayer, y se adentraron más de lo deseable en la región que eufemísticamente nombraré como Sacred Realm) y cansado de vagar sin propósito alguno por la red -también, añadiré, hambriento por no tener ganas de levantarme a merendar, meándome por no tener ganas de levantarme a mear y sin atreverme a dedicar tiempo a seguir perfeccionando mi dominio de la bandurria a causa del agudo dolor en las yemas de los dedos que induce en mí esa actividad tras dedicarle ayer algo de tiempo-, hallábame escarcullando Google cuando hallé lo que probablemente sea mi primera aportación a este mundo cibernético, allá por dos mil cuatro:


Los dos idiomas que he creado están hechos para una especie de juego de rol o de muñecos (no sabría como definirlo, pues no conozco ninguna cosa parecida), los cuales tienen su propia sociedad, historia y evolución, mapas, ciudades y terrenos reales, etc.Esta especie de juego de rol o lo que sea, como he dicho antes, está jugado por muñecos, clasificados, con historia, tradiciones, leyes, cultura...Y también, lenguajes.Los lenguajes se me ocurrieron a los cuatro años de crear este suceso, y para hacerlos me inspiré, por ejemplo, en cómo Tolkien había creado un lenguaje para un caso similar, aunque ninguno de estos idiomas míos se le parece al de él.
Estos idiomas son dos: el primero, el memo, hablado por la raza mam, proveniente del culto idioma mamónico del planeta Mam.Casi todas sus palabras están hechas a partir de la deformación y adaptación del español, el inglés, el latín, o sus propias palabras, tiene un
 curioso sistema de voces simples y conjugaciones, y es muy irregular, pues es el idioma resultante de la degeneración y mezcla de otro culto y pefeccionado para su uso: el mamónico.

El segundo es el lenguaje retrovicosdo, en fase de desarrollo, lo empecé hace sólo tres semanas, conjuntamente con otro creador de lenguajes con el que contacto con el mésenyer.Este idioma, llamado retrovicosdo por el nombre del rey que lo hizo a partir del Brazingio, tiene el sistema de sintaxis, sufijos y prefijos, y todo el léxico y raíces sin relación alguna con ningún idioma que yo conozca.

Tanto para el memo como para el retrovicosdo existen fuentes de sus propios alfabetos creadas por mí, aunque estoy reformando la del memo, pues resultaba un poco grotesca y rimbombante.
A no ser que alguien esté especialmente interesado en estas lenguas o en mi "juego de rol" (que no tiene nombre), no expondré en la página de ideolengua las informaciones hasta más tarde, o bien pondré alguna cosa como el poema del anillo.

Antonio Mirón Sánchez, 13 años



Se trata de un mensaje en la lista de correo de Ideolengua, que va sobre las lenguas artificiales que les da por crear a personajes estrambóticos y extremadamente ociosos. Yo subí al archivo de este grupo (que es de Yahoo, por lo que ya no puedo acceder a él) al menos un par de audios y cuatro o cinco docs de gramáticas y escritos de varias lenguas que hice. El mítico día que actualice mi formidable sitio web de Lycos** igual subo allí esos valiosos documentos. No creo que ande hoy nostálgico en estos temas, por si alguien se lo pregunta; simplemente, no hay nada mejor que hacer.

Esta entrada, justo a una pequeña broma de cuando la invasión al foro de Mafius, mi exención para la prueba de inglés de los Erasmus murcianos y un comentario en un blog en el que me
 apeteció, no sé por qué, identificarme con mi nombre, son los únicos vestigios que se encuentran de mi paso por la red buscando por mi nombre. Los escarculladores de Google más avispados descubrirían, en caso de interesarles -hubo un glorioso tiempo en que sí- que los hallazgos serán considerablemente más cuantiosos si se pesquisa empleando como motivo de búsqueda mi más conocido pseudónimo.

Engroso la largarie y anchura de la entrada con este precioso vídeo de una quincionciquia qu'estos días ando canturreando, de la Cuadrilla 12 de Julio, cuyo cantante, Flugencio, hace poco conocí -gran hombre- y que estoy diseando goben·narme pa punérmela é dispertäor po las mañanicas:




En fin, para rematar con otro detalle autobiográfico, añadiré que puede ser que me ajunte a L'Ajuntaera próximamente, tras asistir en persona por primera vez a un acto suyo el pasado lunes, el II Simposio del Murciano, donde conocí a insignes personalidades del mundillo y a mi paisano A.C. Navarro Sánchez. Orno con un gracioso gif, sacado de su web, que reivindica  el uso del murciano. También me complací esta tarde en subirla al Tuenti, aunque la zagaliquia que han cogido para el retrato parece un poco en·nortá, por no ofender a nadie con los calificativos anglosajones de borderline o downie. En breve me iré goben·nando libros sobre el tema lingüístico y cultural murciano, por el que me ha dao ahora (ya conseguí este libro y este otro), además de literatura y otras obras recomendás por ACNS.



Saludos cordiales.


PD: Me truje hoy uno de los dos palos de bambú verdes y de bordes suavizados de 1,80 metros que usa como puntero el Dtor. Salazar. Ayer lo escondí en una esquina con el propósito de ejecutar hoy el hurto; mi incívico acto ha provocado risueña extrañeza entre mis compañeros, acompañada del imprescindible y clásico "qué cabrón", pero ya tengo aquí un excelente
 instrumento de gran calidad. Tanta es que, como le señalé a algunos contertulios, al final puede ser que le encuentre alguna utilidad: se me ha ocurrido que puede servir para ayudar a la gravedad a precipitar al suelo olivas, armendras, higos o frevas mauras (macocas, en la Huerta de Murcia), pero quizá se estropeara si lo empleara en eso. En fin, de momento lo único que ha hecho el probetiquio es dejar coja a una paloma cuando salía de la Facultad, no sé por qué le he arreao el palitrocazo al pobre bichejo, pero me pesará en el karma, sin duda.

PD bis: ¡¡Plutón BRB Nero!!. El nombre de esta serie se me ha atrancado en la lengua por algún proceso cerebral fruto del gafe que últimamente padezco. Por lo menos media hora he estado desconcertando a mi compañera de charlas viajeras con mis descomunales esfuerzos por sonsacar a mi sesera esas tres palabras, pidiendo que me dijera sinónimos de "puta" o sinónimos de "fiesta" o palabras fonéticamente parecidas a "barbitúrico, "baladí", "baladre" o "barbarroja".

PD tris: Quizá hubiese sido mejor reservar esta anécdota para otra entrada futura por no sobrecargar esta mole de párrafos inconexos, expondré también aquí el siguiente caso, aprovechando mi hiperactividad en los musculujos de antebrazos y manos. Lo aclaro para matizar mejor y dejar constancia de por qué he dicho lo del gafe en el anterior post-scriptum, pero seré breve:

Anteayer, día martes, y ayer,  los astros se alinearon contra mi humilde persona. Por la mañana del martes perdí el paraguas; tras un descuido de un minuto, alguien se lo llevó. Eso implicó empaparme en los trayectos de la Facultad al Edificio C, de allí a la Facultad y de allí a la pará de la guagua. Cuando llegué, fui a que me arrancaran los pelos, con el sufrimiento y tembleques reflejos propios del proceso y de haber dejado pasar demasiado tiempo dinde la ves zaguera. El miércoles lo que pasó fue que la guagua, atestada por la mañana -se escacharró una de las dos que parten hacia Murcia a las 7:30) y por la tarde dio dos rodeangas que prolongaron en media hora el viaje consuetudinario y me obligaron a ir andando de la estación a mi casa, pues no pasó por San Diego. Hete aquí mi gñeo de últimamente, el cual, junto a otras razones  no merecedoras de quote, me hace pensar que la rueda de la Fortuna se precipa al abismo últimamente -por plagiar una miajica al libro reseñado en este artículo, estoy en mi derecho de aprovecharme del tema mientras me acuerde. A día de hoy, concluiré en este párrafo por no estrenar otro, no sé apenas quiénes son Kendall, Frank Netter o Córdova, y mucho menos los efectos de las parálisis en cada uno de los cinco nervios principales del miembro superior.

PD cuatris: Una mención de honor a San José Oriol, que ha estrenado el nuevo estilo de
 nomenclatura de las entradas y que me ha proporcionado, hasta esta séptima edición y ampliación del post, inspiración suficiente para prolongar durante casi tres cuartos de hora este aterrador y ciclópeo tochángano. Lo reservaré en mi lista de recursos para rezal·le, ya sea con cordel testicular o sin él, cuando necesite escribir tochos gordos. De todas formas, no rechazaré su santa ayuda si me auxilia en el tema de ir este fin de semana a Armilla o al menos tener alguna cosa interesante en que gastar las horas muertas.


* Formidable, por honrar, ya de paso, la memoria de la obra gabachera de Goscinny, el Pétit Nicolas, sería también un acertado calificativo. Me ha solazado La Conjura esta última semana en los viajes de Trapemusa, a los que he reservado su lectura por no devorármelo con excesiva premura. En efecto, una vez más, los lorquinos co-usuarios de la línea directa Murcia-Espinardo-Lorca se han sorprendido un tanto de mis sonoras carcajadas con las burrerías de Ignatius J. Reilly y, sobre todo, la finísima descripción que de ellas hace la prosa del desventurado Toole. La ventaja de mi deficiente memoria es que dentro de un par de años, como mucho, podré releérmelo y volver a disfrutar de sus amarillentas páginas (es una edición de bolsillo de 1987) como si no me lo hubiera leído nunca.

** Lycos, o un imitador suyo, estuvo anunciando a bombo y platillo, casi espameando mis recién ordenadas y depuradas cuentas de correo, que se acababa el host gratuito de momento y que fuéramos haciendo el petate y ricogiendo los archeles si acaso no teníamos lo del FTP guardado en nuestros comprostitutadores. A remate, el día de antes, dijeron que, milagrosamente, alguien habían salvado el host gratuito, por lo que no temas, oh inexistente lector, podréis seguir visitando mis dos maravillas de proyectos de webs por una temporada. Eso sí, os rogaría que moderaseis vuestra afluencia, ya que a pesar de la generosidad del salvador del alojamiento, no podrá soportar tantas visitas como sería deseable para unos contenidos tan dignos de divulgación como esas planas tién.


Habida cuenta de la extensión de los post-scriptums y asteriscos, veo indecoroso rematar sin despedirme de nuevo:

¡Abules!

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Planas qu'angunos fiajes me s'apetece 'esfisar