Entrada trigésimo octava (San Amaranto de Albi)

La muerte del tren como un servicio público de transporte útil para la sociedad es un hecho.

A raíz de la exposición y charlas en defensa del ferrocarril público que hay este fin de semana en el Huerto Ruano, me he enterado, por medio de un panfleto de la plataforma al efecto, de los planes europeos para crear una red de corredores inmensos de ferrocarril de mercancías, lo que se conoce por el nombre de New Opera.

Según he podido leer en esta página, estúpidamente entusiasta con la rentabilidad económica y el beneficio de esta nueva obra faraónica para las corporaciones más grandes, estas autopistas de cuatro vías férreas paralelas soportarán el tráfico de trenes diésel a 60 km/h (para aumentar los beneficios), exclusivamente de mercancías.

Por esta noticia, junto a nefastos hechos históricos como el cierre de la línea Almendricos-Guadix (ferrocarril del Almanzora) y otras muchas (que habrían sido muchas más de no ser por la presión de autoridades locales en múltiples lugares) y luego la estupidez de promocionar la mierda del AVE (un servicio carísimo y monopolizante que sólo favorece a los pijos que tengan que moverse entre grandes ciudades) estamos viendo cómo el asunto los transportes públicos se aleja cada vez más de la utilidad social, de la unión entre pueblos y comarcas que históricamente ha sido, por ejemplo, el ferrocarril.

Al contrario que los trenes de cercanías, las obras faraónicas y espectaculares del AVE o esta nueva aberración del "New Opera" favorecen más rajas, líneas rectas y obstáculos en el territorio, más destrucción, sólo para las corporaciones y los ricos.

Pa rematar, otro par de reflexiones sobre este asunto:

a) ¿No recuerda a las vías férreas de las célebres Super-Autopistas NAFTA, eje de la futura Unión Norteamericana, que destruirán una enorme cantidad de territorio y llegarán a aislar muchas zonas (por la escasez de salidas) para favorecer la unión comercial y a las grandes corporaciones?

b) Me pregunto si, como en el caso del AVE, aprovecharán las nuevas vías férreas para llenar las líneas de antenas de telefonía móvil hasta los trenques.

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Bonus: homenaje del masón-illuminati Steven Spielberg al Club Bílderberg en su genial serie de "Pinky y Cerebro". Salen algunos de los Elite más famosos y también la clásica pirámide y el ojo de horus, más explícitas declaraciones de intenciones, al final del capítulo. La verdad es que en cuanto empecé a conocer la conspiración siempre me acordaba de esta serie, y cuando me di cuenta de que el susodicho director estaba en el ajo, pensé que alguna referencia, aparte de la temática "dominar el mundo conspirando", tuvo que haberles dedicado.