Vuelta al medievo


El progreso que la Élite impulsó no fue sino para favorecer el desarrollo tecnológico que ellos precisaban para desarrollar un nuevo sistema que les permitiese el control perfecto de la población. Para ello también fue necesario este período de relativa libertad personal para el primer mundo. Verbigracia, los siguientes avances que supusieron un gran avance para la libertad personal:

- Acceso a la escritura
- A la radio y la televisión (destructora a tajo parejo de culturas)
- El acceso a los ordenadores y la telefonía

La distribución masiva de los tres ha permitido un dominio informativo coordinado y simultáneo sobre la borregada de cualquier rincón del planeta.

El tercero, de paso, también sirve para posibilitar el control total sobre la información personal de cada borrego en particular, especialmente con la última moda del Gran Hermano voluntario y felicísimo, las redes sociales. Ése es el público; luego también está el espionaje público disimulado pero legalizado por el Tratado de Lisboa, por ejemplo.

Otro ejemplo más: el acceso a los vehículos personales, que han sido preferidos a los transportes públicos generalizados por el notable hecho de que son unos excelentes generadores de deuda (y de accidentes).

El nuevo orden mundial que se abalanza sobre nuestras cabezas es un regreso al feudalismo.

La información está limitada y controlada, al igual que entonces, sólo que de momento nadamos en la mátrix de falsa libertad, piedra angular de este "orden". En el medievo, la gente no sabía escribir. Ahora padecemos el monopolio de la información, que conduce a vivir en la falsa realidad.

Vemos cómo los impuestos y los precios de productos básicos suben, mientras los sueldos se hunden, y todavía falta ver cómo entran más Estados, en bancarrota, mismamente el nuestro. Los precios de productos prescindibles descienden. Como resulta que la mayor parte de la población vive de servicios prescindibles y se ha delegado a las multinacionales la responsabilidad de repartir los productos básicos de abastecimiento, nadie tendrá en qué trabajar: más miseria aún. Y el control de los alimentos se está materializando ya en leyes que prácticamente prohíben los cultivos familiares ecológicos, es decir, la vuelta a la vida tradicional (condenada al olvido por medios, políticas, ciudades...) de los pocos que pudieran, tampoco será una alternativa de huída, porque ya se han procurado ellos leyes e incluso organismos destructores (transgénicos, semillas "terminator"...) para que ningún alimento se escape de su control, pues es de lo más elemental para controlar a la población.

La menor disponibilidad de dinero y el incremento del precio de los productos básicos (también inclúyase aquí la luz) vuelven a reproducir aquella división social: pobres y ricos. La clase media desaparece a marchas forzadas.

Antiguamente, el control que ejercían los estamentos superiores se realizaba mediante el control económico, ideológico y por la fuerza. Bien, esto no ha cambiado, como vemos. La diferencia entre ese feudalismo y éste es que, como digo, éste ha alcanzado un poder tecnológico mucho mayor para el control más efectivo de la población. Súmense a los avances ya mencionados trucos como el control climático, las armas TASER, las armas sónicas y otras aún poco o nada conocidas, como las relacionadas con la nanotecnología.

Otra sutil diferencia es el hecho de que entonces todo el mundo sabía que era un siervo, mientras que ahora todavía hay quien no se digna a admitir su pertenencia al banco al que está encadenado mediante la hipoteca, un engaño clave en este proceso de hundimiento, al menos aquí y en Estados Unidos.

Antes, la población se eliminaba de forma natural, mediante epidemias. Ahora usan vacunas, alimentos envenenados, radiación, etcétera para simplificar el asunto.

Hay una insignificante parte de la población que llevaba viendo cada vez más alarmantes ciertas noticias, a través del velo de la mátrix, pero ya la mayor parte de los borregos se han dado cuenta de que han sido cocidos lentamente, como la rana esa que dicen, y notan que la cosa no va bien, cuando el agua ya los está matando.

Conforme se acerca el establecimiento definitivo del nuevo orden, que no estará exento de considerables convulsiones, desgracias y matanzas (sobre todo cuando sea el crack económico general, o si hay una gran guerra (ORDO AB CHAO), vemos como de forma cada vez acelerada "alguien" nos está arrebatando lo siguiente:

- Soberanía alimentaria
- Poder económico
- Control ideológico
- Integración y comunión de la comunidad y la familia (nuevo individualismo, pasotismo...)
- Libertad de información
- Libertad personal (nuevas leyes fascistas, nuevas multas, nuevas prohibiciones)

Y alguna me faltará.

El resultado ya lo he dicho, el Nuevo Orden Mundial. El pueblo en crisis y más oprimido es aún más fácil de convencer para desprenderse gustosamente de sus derechos, a cambio de pan.

He aquí el panorama actual y un resumen brevísimo de una parte del proceso de cómo se consiguió.

¡Abules!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Otro grandísimo artículo, ¡si señor!.

Planas qu'angunos fiajes me s'apetece 'esfisar